El sendero de Gran Recorrido GR-58, llamado Sendero das Greas, recorre algunos municipios de Vigo, pasando por singulares construcciones arquitectonicas y espectaculares miradores. Nuestra ruta coincide con los kilometros finales este largo sendero.
Dejamos el coche en el aparcamiento del Castillo de Sotomayor (Castelo de Soutomaior), aprovechando para visitar el magnifico edificio y sus jardines.
La construcción tiene su origen en el siglo XII, fue concebido en principio como fortaleza con carácter militar y defensivo. En el siglo XV, Don Pedro Alvarez de Sotomayor, más conocido como Pedro Madruga, la reconstruyó, pues había sido arrasada por las revueltas irmandiñas.
El castillo estuvo abandonado hasta el siglo XVIII, en el que, primero el marqués de Mos y después, en 1870, los marqueses de Vega y de Armijo, lo rehabilitaron, dándole un estilo neogótico, añadiendole al lado otro edificio que usaban como casa residencial, creando el parque y los jardines.
Este jardín se ha convertido en el primero de España y séptimo de Europa en ser reconocido como "Jardín de Excelencia Internacional" por la Sociedad Internacional de la Camelia.
Se considera el jardín botánico más importante de Galicia, reuniendo más de cien variedades de camelias, castaños milenarios y árboles de los cinco continentes.
Cuando terminamos el paseo por estos jardines, salimos del recinto y comenzamos a seguir las señales rojas y blancas del GR- 58. Caminamos por el asfalto de carreteras comarcales sin tráfico que nos van acercando al río Verdugo.
Durante todo el camino, disfrutamos de un paisaje verde, teñido de amarillo, tan típico de Galicia en esta época, con las flores de los vinagrillos y de los grelos. Las viñas y los mimbres todavía desnudos de hojas. A lo lejos la inconfundible figura de el monte de A Peneda, que con su ermita en lo alto, nos acompañará en todo nuestro recorrido.
Al pasar por Soutomaior nos encontramos con esta encantadora iglesia, la parroquia do Divino Salvador. Admiramos el conjunto arquitectonico que forman el cementerio, el crucero y la iglesia con su fachada neoclásica.
Llegamos a las orillas del río Verdugo, inundadas por mimosas en flor. El agua discurría tranquila por debajo del puente medieval de Comboa que cruzamos para continuar por la orilla opuesta.
Podemos admirar los arcos de medio punto y los tajamares de este puente desde otro más moderno, construido para liberar de la circulación, esta construcción medieval.
Seguimos la orilla del río, encontrandonos playas fluviales, merenderos y embarcaderos.
El camino se separa del río Verdugo y nos hace subir por la ladera del monte, regalandonos un bonito paisaje de árboles y campos preparandose para la primavera.
El camino se hizo dificil al estar por tramos borrado por la maleza, o cortado por unas vallas que tuvimos que saltar, cruzando terrenos privados, para poder retomar el sendero que veíamos al otro lado.
Por fin llegamos a un punto indicado como "Roteiro de Pontesampaio" y comenzamos a seguir las indicaciones hasta que estas desaparecieron , teniendo que improvisar para llegar al puente, que se divisaba a lo lejos.
El puente de Pontesampaio dío su nombre a la famosa batalla, acaecida en junio de 1809, contra las tropas napoleónicas del General Ney, en la que salieron derrotadas gracias al "Cañón de Pau". Dice la leyenda que estos cañones, estaban hechos de troncos de robles ó castaños agujereados y reforzados con anillas de metal, que según las cronicas de la época aguantaban hasta doce cañonazos.
El puente posee diez arcos y fuertes tajamares, durante muchos años sivió para unir las comarcas de Arcade y Pontesampaio, divididas por la corriente del río Verdugo. Ahora, metros más abajo, lo cruzan varios puentes, uno ferroviario, otro para la nacional 550 y un tercero con la nueva vía del AVE.
Recorremos una pasarela de madera que comienza una vez atravesado el puente medieval y nos lleva a lo largo de la costa, pasando por debajo de los puentes que atraviesan la desembocadura del Verdugo, hasta el puerto de Aracade. Este nuevo paseo nos regala con las vistas de la ensenada de San Simón y de la Illa do Castelo, donde hay un crucero, una escultura de un monje y ruinas de una fortaleza, construida para defender el puente, que tan importante fue para la comunicación entre Pontevedra y Vigo.
En Arcade tomamos un taxi que nos acerca al Castillo de Sotomayor donde habíamos aparcado el coche.
Nos llamó tanto la atención durante nuestra ruta la figura del monte de A Peneda, que decidimos subir hasta la cima... en coche.
Nos recibe un mirador presidido por un especimen de alcornoque con 400 años de antigüedad y unas vistas espectaculares sobre la ría de Vigo, su ensenada y las Islas Cies al fondo. Nos giramos y vemos todo el valle del río Verdugo con el Castillo de Sotomayor a pocos kilómetros.
Dicen las crónicas que este lugar ha estado habitado desde tiempos lejanos.
En este emplazamiento hubo un castro del que no quedan restos visibles. Encima del castro, en 1477, fue mandado construir, el Castillo de Castrizán, por el Arzobispo de Santiago Alonso de Fonseca para vigilar el Castillo de Sotomayor. Pedro Madruga lo mando destruir, por lo que la fortaleza duró en pie dos años. Aún podemos ver murallas, escaleras y tuneles de aquella época, por los que ahora se accede a la ermita.
A Virxen das Neves da Peneda es del siglo XV ó XVI, aunque su forma actual es barroca, con una fachada en la que se abre un arco de medio punto y con una torre adosada a uno de sus costados.
Ruta facil de 8 km solo ida, lineal, por caminos asfaltados, carreteras comarcales sin tráfico y caminos de tierra.
Para más información sobre la ruta, pinchar aquí |
recorrido con vistas continuas espectaculares,pena no se pueda ir mas tramos a la orilla del rio .lo recomiendo
ResponderEliminarCuantas belleza en ese lugar, y gracias a las persona que se esforzaron tantos para mostrarnoslos
ResponderEliminarY no se puede hacer el recorrido al revés? Es decir desde ponte sampaio al castillo de Sotomayor?
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