ANDAN2, rutas de senderismo: Sendeiro do Litoral, Beluso- Cabo Udra

Esta ruta nos ha sorprendido por la belleza salvaje de las playas que nos hemos ido encontrando, por el maravilloso paisaje que forman "los penedos" ó las rocas graníticas en el Cabo Udra ,por el espacio libre de presencia humana y sin urbanizar y por el uso que se le dio antiguamente a esta parte de la costa.

Comenzamos la ruta en el aparcamiento del puerto de Beluso, tomando un camino que va pegado a la costa, pasando por delante de una antigua fabrica de salazón, industria de la que se vivía antes de la llegada de las conservas. Las señales que seguimos son blancas y amarillas.

El camino va pasando por delante de pequeñas calas, visibles solo con marea baja y que al estar rodeadas de rocas, deben de abundar la pesca y los percebes, por lo que nos encontramos con algunas barcas de pescas y percebeiros trabajando.

Antes de alcanzar Cabo Udra, pasamos por tres playas, la de Tulla que es la más grande, la de la Mourisca en la que volvemos a encontrar una fabrica de salazón y la del Pedrón que es la más pequeña y solitaria, con una enorme piedra en el centro de la que proviene su nombre.

Dejamos la costa por un momento para sortear un chalet y llegamos a Cabo Udra. El paisaje cambia totalmente, ahora la costa pasa a ser muy agreste, cambiamos los árboles por los "penedos" que son las rocas redondeadas que aprovechaban los antiguos pastores para hacer sus "chozos" donde pasaban la noche y también encontramos caballos salvajes.

Damos al vuelta al Cabo Udra y llegamos a una pradera enorme y un aparcamiento con un acceso a la playa de Ancoradouro. Siguiendo las marcas amarillas y blancas, bajamos por un sendero entre árboles, encontrándonos con un humedal que nos sorprende, pues parece fuera de lugar.

Y llegamos a la playa de Los Lagos. Estas dos últimas playas están dentro de la ría de Aldán.

La vuelta a Beluso la hacemos por el monte, entre pinos, eucaliptos y acacias ya florecidas, casas rurales, regatos nacidos en las últimas lluvias y que siguen su curso por el camino que llevamos, haciendo que tengamos que ir chapoteando...