La ruta se encuentra en la península del Salnés, se accede a ella desde Sanxenxo, por la vía rápida. Tomamos la salida de Nantes, pueblo que cruzamos para llegar a Lores, donde comienza la ruta.
Lo primero que hacemos es visitar la iglesia de San Miguel de Lores, que se encuentra al lado del aparcamiento, subiendo una cuesta a la derecha.
La iglesia románica con sillería de granito, tiene una espadaña (campanario) en la fachada a la que se accede por una escalera en el exterior. Nos llamo la atención el crucero, la entrada al cementerio con el relieve de una calavera y el horreo que se encuentra en el jardín, detrás de la iglesia.
Comenzamos a caminar por la orilla del río. Este primer tramo es de pendiente suave, jalonado de una serie de molinos rehabilitados, algunos como restaurante. Encontramos un lugar muy agradable acondicionado como playa de río, con un prado para tomar el sol y el agua embalsada con un fondo de arena blanca.
Uno de los molinos, llamado molino do Crego, hace pocos años que dejó de funcionar, en 1980, poco después de haber dejado de cobrar la "maquila"(pago en especie por moler el cereal en un molino de propiedad privada).
Casi todos los molinos tiene una pieza arquitectónica que parece una chimenea, por la que entra el agua del canal, para mover las piedras, que normalmente es cuadrada, el molino se llaman de cubo cuadrado; en esta ruta hay un molino singular dado que esta pieza es redonda, pasando a denominarse de cubo redondo.
Hasta aquí la ruta esta plagada de huertas y árboles frutales: manzanos, limoneros, membrillos, naranjos, perales, cerezos, viñas.... y de árboles de ribera: alisos, castaños, fresnos, avellanos, saucos...
En el siguiente tramo del río, la pendiente es mayor y el agua baja con más fuerza. La vegetación es más silvestre, salvaje y tupida. Atrás hemos dejado los árboles plantados por la mano del hombre y nos rodean robles y helechos hasta llegar al nacimiento del río Chanca.
Desde el nacimiento del río Chanca hasta Armenteira (leyenda), hay dos kilómetros de corredoiras. Este esfuerzo complementario se ve premiado por la llegada, por la parte más rural, al monasterio y el placer de visitarlo.
Descansamos un poco antes de comenzar la vuelta por el mismo camino, que se nos hace mucho más corto por ser todo cuesta abajo.
La ruta tiene 15 km. ida y vuelta hasta el monasterio de Armenteira, aunque se puede hacer de 10 km. llegando solo hasta el nacimiento del río Chanca. Caminamos por senderos de tierra por el borde del río y corredoiras.
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