Como no era nuestro primer viaje a la Ribera Sacra y ya habíamos hecho en este lugar las visitas obligadas de todo buen turista (miradores sobre el cañón del Sil, monasterios, paseo en barco por el río...), decidimos que estos dos días fueran diferentes.
La Ribera Sacra tiene multitud de rincones por descubrir, tanto paisajísticos como arquitectónicos e históricos....
Pasamos la noche en una casa rural de la población de Castro de Ferreira de Pantón en Lugo, que es el pueblo que tomamos como base de nuestras excursiones. Decidimos dedicar la mañana a la arquitectura románica visitando la iglesia de San Fiz de Cangas y el Monasterio del Divino Salvador de Pantón.
San Fiz es una iglesia peculiar con planta en cruz con tres ábsides en su cabecera, semihexagonal la capilla del centro y cuadradas las laterales, parece que el edificio iba a ser de cruz latina pero diversas reformas lo convirtieron en un espacio casi cuadrado.
La fachada occidental y principal con su espadaña de dos vanos, tiene una portada muy sencilla, con un tímpano de elementos geométricos (una cruz, un sol, las estrellas...) bajo un arco de 19 rosetas o estrellas muy desiguales que se apoyan sobre dos modillones con la figura de un animal a la izquierda y a la derecha símbolos sexuales , un pene y una vagina, que se repiten en la portada norte.
Para ver el interior de esta iglesia, le pedimos muy amablemente que nos abriera la puerta, al vecino más cercano, que es el que suele tener la llave y se ocupa de su mantenimiento.
En los machones o pilares que forman arcos de medio punto y que separan los espacios entre la nave y el crucero, se han encontrado pinturas como la de la foto que representan el martírio de San Sebastián, datados hacia el siglo XVI, aunque de factura románica.
Nos llaman poderosamente la atención algunos capiteles con representaciones de extraños animales. Preguntando por ellos, nos cuentan la leyenda de las monjas que vivían junto a la iglesia y que tuvieron que abandonar el lugar por una plaga de hormigas, que es el animal representado en la foto debajo de las figuras geométricas o ajedrezado, elemento decorativo en el románico.
El retablo de madera en el altar con las figuras de dos hermanas de la orden de San Benito.
Tiene un crucero en el centro sobre el que iba a construirse una torre que por algún motivo no se alzó, terminando de cerrarse con bóveda de nervios de crucería hacia finales del siglo XIV.
La capilla norte fue una ampliación del siglo XVII para transformarla en capilla funeraria pues nos encontramos con varios enterramientos y escudos relacionados con los apellidos hidalgos más importantes de esta zona.
Encontramos varias pilas bautismales de estilo románico con inscripciones y figuras.
Restos de antiguas pinturas recorren el perímetro inferior e interior de los muros de la iglesia. Extrañados por no parecer dibujos religiosos, preguntamos por ellos. Nos cuentan que la iglesia esta contruída sobre un edificio visigodo que estaría pintado con esos círculos y que restauración trás restauración ha llegado así a nuestros días.
En el exterior, ausencia de contrafuertes y semicolumnas adosadas al ábside típicos de este estilo. Ventanas y saeteras muy trabajadas, como la de la foto, con arco de adornos ajedrezados, arco trilobulado y columnas con capiteles decorados. Numerosos canecillos con figuras.
La desigualdad de la sillería de los muros permite adivinar las sucesivas modificaciones que ha ido sufriendo el edificio original.
Visitamos ahora el monasterio del Divino Salvador de Pantón. Nuestra primera visión es la de un ábside profusamente decorado, comparado con el cuerpo de la iglesia, con canecillos que representan músicos y danzantes. Esto es debido a que las iglesias se comenzaban a construir por el ábside, adornándose a la moda de la época, luego cuando pasó a ser propiedad del cister, se continuó la obra de forma mucho más austera.
La primera noticia de este monasterio data del año 924. En el siglo XVIII se amplia con la "casa de las donas", señoras principales que se retiraban aquí con sus criadas, que vivían en el piso alto, para llevar una vida de oración. Se alojaban cada una en una amplia estancia con su lareira, por eso vemos en el exterior, doce chimeneas correspondientes a las doce "celdas".
La fachada del monasterio es barroca. En el interior las monjas, que son de clausura, nos permiten ver desde la puerta de cristal, el claustro renacentista rectangular de dos andares con un antigua fuente en medio.
El monasterio se compone además de la casa del capellán y una hospedería a la que se accede por una escalera de piedra a una solaina, que es una terraza de piedra integrada en el edificio, típica de la arquitectura gallega.
Ya en el núcleo urbano de Pantón nos paramos a admirar el monumento al castro de Ferreira de Pantón, diseñado por la artista Mar Sabater, que es un memorial de la casa castreña de la que tenemos tantos restos esparcidos por toda Galicia.
Por la tarde después de comer decidimos hacer la ruta de los Muiños del Xábrega. Para llegar al inicio de este sendero hay que llegar a la población de Sober y desde allí tomar dirección a "Los cañones del Sil- Os Chancís" y conducir hasta el aparcamiento.
El sendero alberga el más importante conjunto de molinos del municipio de Sober y recorre el arroyo de Xábrega, tambien conocido como "de Camilo", "da Boca", "de Bouzas"o "dos Muiños". Es un pequeño río que desemboca en forma de cascada en los cañones del Sil.
La ruta, de 4 km lineales, dispone de pasarelas, barandillas y miradores de madera sobre el río. Los molinos fueron restaurados y hoy en día se utilizan para hacer reuniones culturales.
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| Mapa en Wikiloc de la ruta de los Muiños del Xábrega |
El domingo decidimos visitar las pasarelas del río Mao. Para llegar a ese lugar, desde Pantón fuimos a Sober para recorrer una parte muy especial del cañón del Sil, la zona de "Amandi ".
Esta zona tiene unas características especiales orográficas y climáticas que la hacen especialmente adecuada por su microclima para el cultivo de la vid y elaboración de vinos de gran calidad de denominación de origen Ribeira Sacra.
Estos cultivos en forma de bancales que llegan hasta la orilla del río, transformaron el abrupto y salvaje paisaje de las laderas del cañón desde la época romana. Esta acción del hombre no ha hecho perder belleza a este entorno, sino todo lo contrario, nos asombra por su singularidad.
Cruzamos el Sil a la altura del embarcadero de Doade y pasando por O Pombar y Cristosende llegamos a la antigua Fabrica de la Luz, hoy albergue y restaurante, ubicado en un estrechamiento del río Mao, formando un espectacular cañón.
La ruta del río Mao es un paseo fácil y agradable que discurre por senderos y pasarelas de madera y que nos lleva desde la Fabrica de la Luz hasta su desembocadura en el río Sil.
Caminando por la orilla del río llegamos a la aldea de Barxacova. Recorremos su única calle de suelo de tierra y desde aquí, paseamos entre viñedos hasta el Sil, donde podemos admirar el paisaje que forma el cañón, con una ladera abrupta y salvaje y la otra trabajada por el hombre desde hace siglos, con bancales de viñedos.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta el aparcamiento para seguir nuestro camino.
Suponemos que en este lugar habría alguna capilla o ermita aunque no quede ningún rastro y eso sería la causa de las numerosas tumbas que aquí se han encontrado.
A la vuelta tomamos un camino que nos lleva cruzando la aldea de San Lorenzo hasta su iglesia.
Tanto las pasarelas del río Mao como la aldea de San Lorenzo con sus tumbas, forman parte de la misma ruta, que con tiempo, se pueden hacer juntas y caminando. Únicamente tendríamos que unir San Lorenzo con la Fabrica de la Luz donde habríamos dejado el coche, haciendo una ruta circular de 15 km, de dificultad moderada, por el desnivel existente, desde el río hasta las tumbas.
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| Para más información sobre la ruta en wikiloc pinchar aquí |
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