Esta ruta recorre un pequeño meandro del río Tambre, situado en el municipio de Brión, muy cerca del núcleo urbano de Negreira.
El Tambre es el tercer río en importancia de Galicia, recorriendo sus aguas la provincia de La Coruña y desembocando en la Ría de Muros.
Desde Santiago de Compostela conducimos hasta Negreira, población que atravesamos, tomando la carretera que lleva al río. Cruzamos el Tambre por un puente llamado Ponte Insua y aparcamos a la izquierda, al lado de la escuela de piragüismo.
Aquí encontramos un panel indicativo con la "Ruta do río Tambre", la cual recorreremos parcialmente, para poder enlazarla a la "Ruta dos Cruceiros de Brión", que promete ser muy interesante.
Comenzamos a caminar por el sendero que recorre la margen izquierda del río. El Tambre, en este tramo, forma un amplio meandro, cuyas aguas van a dar al embalse de Barrié de la Maza.
Este lugar, al estar el agua embalsada, es aprovechado para pescar y hacer piragüismo.
A causa de las abundantes lluvias, el río se ha salido de sus márgenes y nos deja un paisaje en el embalse, de agua tranquilas y arboles parcialmente sumergidos.
Si las aguas del embalse estuvieran bajas, podríamos ver "pesqueiras de lamprea", antiguos lugares de pesca que cada poco atraviesan el canal del río.
Desde épocas medievales, la pesca de la lamprea era una de las actividades de subsistencia de los vecinos del lugar, además de constituir la actividad fundamental que se llevaba a cabo en los ríos gallegos.
La construcción de la presa, a mediados de este siglo, provocó un descenso del caudal y la lamprea fue desapareciendo de las aguas del río. En su cauce, como recuerdo del pasado, quedan vestigios de estas "pesqueiras", que consistía en grandes rocas con unos pasos en rampa, por los que la lamprea se deslizaba para poder remontar de río. El final de estas rampas se colocaban unas redes en forma de bolsa, en las que quedaban atrapadas.
Caminamos en medio de esta vegetación autóctona llamada "os soutos", compuesta por carballos (robles) y castiñeiros (castaños), con sus troncos y ramas desnudas, llenos de musgos y líquenes.
En algunos lugares desforestados, vemos que se han plantado eucaliptos.
Estamos a primeros de marzo y aunque el bosque tiene todavía un aspecto invernal, ya se empieza a atisbar, entre las hojas y los helechos secos, alguna brizna de primavera, con las prímulas y las hojas de los lirios silvestres.
Nos asombra el color de los musgos de los muros de las corredoiras , de un tono verde fosforescente que no parece real y que contrasta con el rojizo de las hojas en el suelo.
Nos alejamos de las orillas del río, transformándose el paisaje, los árboles que nos rodean, ahora son pinos y eucaliptos.
Dejamos la Ruta del Tambre para acercarnos a la aldea de Forxán, donde esperan nuestra visita, hórreos, cruceiros, un antiguo lavadero con una fuente y un castro todavía por desenterrar, del que vemos solo el sitio donde se supone que está y un murete cerrando el espacio.
En la aldea de Forxán, enlazamos con un tramo de la Ruta dos Cruceiros de Brión. Llegamos hasta el arroyo de Viceso. En sus orillas y a través de la abundante vegetación, vislumbramos algunos molinos en ruinas.
A la altura de un pequeño puente, encontramos una encrucijada. A la izquierda tenemos el enclave parroquial de Viceso, al que iremos más tarde y a la derecha, la aldea de A Pousada, donde veremos dos cruceros.
Situado al borde del camino, encontramos este crucero tan original, de tipo "capilla", conocido como Cruceiro de A Goriña, que está datado entre los siglos XVI - XVIII.
Se compone de una plataforma con cuatro escalones, del que arranca un fuste de una sola pieza con la imagen del apóstol San Pedro, con las llaves en la mano derecha y un libro en la izquierda.
Tiene una inscripción que dice: "Este crvsero mando haser Pedro Basqves i su muger Dominga". Año 1873. Encima de fuste tiene una especie de hornacina, que acoge a la Virgen con el niño Jesús en brazos. Esta hornacina está coronada por la imagen de Jesucristo crucificado.
En el siguiente cruce de caminos encontramos otro crucero, el de Pousada, más sencillo que el anterior, siendo de tipo "varal", es decir, con basamento y fuste sencillos más un capitel, coronado por la cruz con Cristo delante y la virgen detrás.
Volvemos sobre nuestros pasos y cruzamos el puente para alcanzar la Iglesia de Santa María de Viceso.
Es un conjunto arquitectónico del siglo XVIII que se compone de una antigua rectoral con palomar, un palco de música, un crucero, un cementerio y una iglesia de cruz latina con la capilla mayor cuadrada y con fachada de un barroco tardío.
Seguimos nuestro camino cruzando la aldea de Esparis hasta llegar a la de Mouretans, donde nos encontramos un crucero con la imagen de la Virgen del Socorro.
Atravesamos un pequeño pinar hasta llegar a la aldea de Ons.
Aquí encontramos otro conjunto arquitectónico. Crucero, cementerio, rectoral e iglesia.
La iglesia de Santa María de Ons es un edificio de planta rectangular con ábsides laterales. La fachada principal destaca por su gran portada, enmarcada por un arco de medio punto que alberga la imagen de la Virgen; a continuación un arquitrabe con motivos ajedrezados y coronando el conjunto un campanario.
Nos acercamos otra vez al río Tambre, caminando por un sendero escondido entre viejos y robustos carballos.
Encontramos toda la zona inundada por el agua embalsada que llegaba justo al borde del sendero.
Caminábamos atentos para no meter las botas ni en agua ni en fango, cuando empezamos a oír el rumor de agua cayendo. Nos acercábamos a la cascada del Pozo Negro.
Esta espectacular "fervenza" está formada por el Rego dos Chavielos en su desembocadura en en Tambre.
No podríamos haber elegido mejor momento para ir a verla!!
El sendero ahora sube entre castaños y robles hasta volver al aparcamiento donde dejamos el coche.
Ruta circular, fácil, de 15 km. por corredoiras y senderos fluviales.
Para más información sobre la ruta pinchar aquí |
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